Quiero contarte un secreto, a ti que
siempre me escuchas, a ti que siempre me ves, a ti que nunca me
fallas, a ese pequeño ser que guardo en la cajita reforzada que una
vez creé para que nunca te volvieran a herir.
Espero que no te siente mal, y que me
sepas perdonar, pero creo que estoy preparada para volver a
arriesgarme a amar. Quiero que sepas que no te quiero hacer ningún
mal, que solo quiero volver a sentir cómo lates dentro de mí.
Quiero que te emociones y des brincos con cada ilusión. Quiero que
me arranques sonrisas sinceras y qué las lágrimas que derrame sean
a consecuencias de las risas y no de las penas.
No quiero hacerte sentir sólo,
encerrado y esconderte de personas que no pretenden hacernos daño.
Quiero que los dos aprendamos a volver
a confiar, juntos, como antes.
Necesito sentir que estoy viva tanto
por dentro, como lo estoy por fuera.
¿Sabes? Sé que esta vez no nos harán
tanto daño, porque juntos hemos aprendido a ser fuertes ante las
adversidades. Sé que nunca me abandonarás. Sé que no permitirás
que vuelvan a hacerte sangrar como ya lo hicieron una vez. Sé que no
me volverás a fallar, que no te querrás parar.
Hemos crecido, han pasado muchos años
desde que te deje en libertad, pero creo que ambos hemos conseguido
domarnos y llegar a un acuerdo.
Nunca más nos harán daño, porque
ahora sabemos valorar lo bueno y lo malo. Porque para apreciar la
felicidad, se debe de sufrir. Porque el yin y el yang son la base de
todo.
Lo vas a ver, vamos a estar bien.
