1 DE DICIEMBRE.
Los días de lluvia disfrutaba quedándose frente a la ventana mirando como lloraba el cielo y repiqueteaba en su ventana. Trataba de imaginarse por quién eran esas lágrimas y a quién llamaba el cielo con esos pequeños "tic tic tic" que escuchaba en el cristal, imitando las piedras que los enamorados lanzaban a los balcones de sus amadas en aquellas visitas secretas cuando la luna se alzaba en el cielo, y el silencio reinaba en las calles.

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