Historias

sábado, 14 de noviembre de 2015

A veces...

A veces yo también me canso, a veces también necesito que me escuchen, a veces también necesito apoyo... Pero nunca he encontrado el apoyo que he necesitado, nunca me han escuchado, y parece que yo siempre tengo que estar a tope y fantástica para ayudar a los demás.
Estoy cansada de empezar a hablar de algo, un algo que para mí es importante, aún a sabiendas que para los demás puede ser una mierda, o mi opinión esté a la altura de la suela de un zapatos, pero eso no significa que necesite menos atención, y que la gente me corte o grite para estar encima de mi voz.
Quiero poder hablar sin que alguien me interrumpa diciendo la suya, quiero que alguien me escuche y se calle. Quiero tantas cosas que nadie parece entender... Pero yo sigo ahí,  me callo y escucho. Pongo una sonrisa, o un hombro donde llorar.
He empezado a artarme de algunas actitudes y la única forma de que alguien se pare a prestarme atención es gritar que no me escuchan, que no me dejan acabar una frase... ¿Tan poco importa mi voz? ¿Tan insignificante creéis que soy? Aunque no os lo creáis estoy aquí, tengo mis opiniones, algunas serán acertadas y otras no, pero joder con el "Yo, yo, yo"...
No soy un cero a la izquierda, yo también tengo valor, y me he cansado tanto del tema que ya ni me preocupo de mi ni de nadie.
Ahora podéis decirme, por variar, que soy una exagerada porque vosotros tenéis cosas más importantes o que os duelen más y que lo que yo pienso o siento es tan insignificante que merece ser ignorado, pisoteado y pateado, porque yo no tengo problemas de verdad. Puede que eso que para ti sea un trauma de por vida, para mi sea menos que una mierda, ¿pero sabes? Nunca te lo diré, ni lo trataré como tal, porque para cada uno sus dilemas son realmente un quebradero la cabeza. ¡¡Sorpresa, incluso los mios!!

Bueno, que tampoco quiero que ahora me vengáis a preguntar que me pasa, que porqué me siento así,  de verdad, hoy no es ese día en que necesito simplemente hablar de banalidades, pero si un día voy con una tontería, sin venir a cuento, sabréis que necesito que me escuchen. Aunque sea decir el abecedario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario